“La salud es aquella manera de vivir que es autónoma, solidaria y gozosa”
Toda definición es ideológica. Lo es la definición de la OMS y lo es esta definición, aunque sus autores deseaban que se convirtiera en material de trabajo y fuera punto de referencia “… en un trabajo colectivo para la promoción del hombre, tanto dentro como fuera del Sistema Sanitario…”
Esa es mi intención. Que no sea un dogma, pero al mismo tiempo si queremos pensarlo de otra manera tenemos que utilizar el mismo rigor, la misma ética y la misma honestidad. Sólo así podríamos avanzar.
Siguiendo el mismo procedimiento que en el anterior post para la definición de la OMS, vamos a definir los tres parámetros más significativos.
La autonomía
Este término significa que cada cuál llega a ser plenamente él mismo con el mínimo de obstáculos, superando limitaciones, ya sea eliminándolas, asumiéndolas o realizándose en otros campos colaterales.
Significa evitar la enfermedad, curarla y aceptar y fomentar los elementos saludables.
Formula la necesidad de la rehabilitación y de la reinserción, tanto del enfermo médico como del enfermo social y la necesidad de la cultura sanitaria. Con esta óptica de la autonomía, significa que luchar contra la enfermedad queda equiparado a luchar contra las otras opresiones que someten al ser humano.
Significa la libertad de escoger con discernimiento lo que convenga, decidir por razones o por intuiciones, así que incluye el derecho a estar informado, a conocer, a ser crítico y entrenado en la crítica, a ser adulto, a alcanzar la madurez.
En estos términos, comporta la noción de que antes que nada la salud es un asunto personal, lo cuál condiciona significativamente el sistema de valores a partir del cuál se puede configurar cualquier estructura social, como puede ser la sanitaria
La solidaridad
La realización personal y autónoma de cada cuál no es posible ni imaginable sin el otro. Ni seguramente es concebible una auténtica realización personal sin que del núcleo mismo forme parte la ayuda a los otros. Hacer crecer la justicia, vivir en paz y dominar la naturaleza y en ella la enfermedad es una tarea fundamentalmente solidaria. Una autonomía insolidaria no puede significar salud.
El placer
Con malestar o con bienestar, inserto el ser humano en una realidad amiga o adversaria, la manera de vivir sana exige establecer una relación positiva con esta realidad, tanto la exterior como la interior y aceptarla como punto de partida de la tarea personal. Esta relación positiva se manifiesta como un “bien-ser”.
Posiblemente exista un término más adecuado (alegría de vivir, estar en contacto con el propio deseo…) pero a falta de encontrarlo utilizamos el de alegría, gozo.
Claro que todas estas definiciones tienen sus consecuencias y esto es lo interesante que iré apuntando en sucesivos posts.
Creo que da para pensar ampliamente.
Olga