En un post anterior, cuestionaba la utilización que hacemos de la palabra Co-pago, (Real Academia Española del lat. cum1. pref. Significa ‘reunión’, ‘cooperación’ o ‘agregación), para referirnos al pago, por parte de los usuarios, de determinados servicios sanitarios, y me parecía que podía ser un eufemismo (manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante) pidiendo qué os parecía. No obtuve ninguna respuesta digital, pero sí alguna en el vis a vis y con valor añadido. Elijo la que me facilitó mi querido Roger Bernat: re-pago, (prefijo que significa repetición), porque parece que expresa lo que realmente queremos decir y quieren decir
Si puede parecer que esto es una simple cuestión de lenguaje, os puedo asegurar que no lo es. El lenguaje, lo simbólico, es la característica que nos hace seres humanos, con todas las ventajas y desventajas que supone respecto a las otras especies del planeta, las únicas que conocemos por el momento, y por tanto nos «con-forma». Es diferente pensar y decir «pago con» que «vuelvo a pagar», en la acepción de repetición.
Os cuento: si considero, que sí lo hago, que las instituciones son aquellas construcciones colectivas que hemos pensado y creado los sujetos que formamos una sociedad para organizarnos, yo formo parte de esas instituciones y son mi responsabilidad. Son mías y de los miles de personas que como yo las hemos construido de la manera que nos ha parecido mejor. Hay gente que hace un trabajo de gestión, otros como profesionales/empleados y todos las utilizamos y colaboramos en su financiación, por lo tanto cuando yo digo que co-pago, me estoy poniendo en una posición escindida, imposible de sostener y con peligro de que salga, junto con todos los que utilizamos este término, en alguna de las clasificaciones de enfermedades mentales del DSM-V, el Manual de Trastornos psicopatológicos que está haciendo la American Psychiatric Association, y del que ya hablaremos. ¿Por qué? Pues porque no puedo pagar con mi misma, y no encuentro quién puede ser este «Co». Y he aquí que aparece la palabra que me devuelve la tranquilidad mental y ciudadana (subjetiva y colectiva): re-pago.
Además de mi salud mental, lo miro desde la perspectiva ciudadana: tenemos la posibilidad de reservar los eufemismos para aquellas ocasiones en que elegimos expresar una idea de manera suave y decorosa, pero nadie nos obliga a sustituirla, utilizarla y hacerla nuestra, renunciando a su expresión recta y franca. Y aquí estamos.
Quizá encuentre alguna palabra más adecuada; mientras tanto cojo ésta, que dejo a vuestra disposición, por si también la queréis adoptar.
Olga Fernández Quiroga
PS: Gracias Roger. Me has ahorrado unas cuantas sesiones con el psicoanalista, y eso merece una invitada.