DISRUPTORES ENDOCRINOS: un desconocido y mortal problema de salud pública

abril 1, 2014

Hace unos dias,la SESPAS (sociedad española de salud pública y administración sanitaria) envía una carta al Ministerio de Sanidad solicitando la adopción de medidas urgentes para reducir la exposición de la población española a sustancias que pueden alterar el sistema hormonal, los disruptores endocrinos o EDC (Endocrine Disrupting Chemicals en inglés), así que voy a hacer un repaso sobre este problema de salud pública cada vez más alarmante y más desconocido no solo por el público en general sino por los propios profesionales sanitarios.

Esta misma carta también ha sido firmada por otras organizaciones.

Me doy cuenta que estoy dedicando muchos artículos al tema de la salud y el medio ambiente, desde la respuesta al conseller Ruiz,sobre su siempre peculiar manera de hablar de la salud, pasando por la ecología y la ciudad, con la participación de los vecinos, o las malas decisiones políticas como fue modificar el límite de velocidad en Catalunya y su incidencia directa en la salud, a la radioactividad del desastre de Fukushima y el paso a la acción con la edición del libro «avui actius o demà radioactius» y es que creo que estamos muy poco concienzados respecto a la gravedad del tema y hablar de salud después de… siempre es demasiado tarde.

Vamos con las definiciones.

¿Qué son los disruptores endocrinos?
Son sustancias químicas que se encuentran como componentes en multitud de productos de uso cotidiano. Se les llama así porque interfieren en el normal funcionamiento hormonal

¿Cómo actúan?
Al entrar en el organismo imitan las propiedades de las hormonas. En las mujeres, de los estrógenos, incrementando su nivel y disminuyendo la producción de progesterona, provocando un hiperestrogenismo con efectos en el ciclo menstrual y en las células mamarias, lo que puede contribuir a aumentar el cáncer de mama.
Os aconsejo la lectura del dossier de la revista MYS, Mujeres y Salud, nº 32 sobre el tema, ya que representa un peligro especial en la salud de las mujeres. Encontraréis información específica.

Además, la incorporación de estos productos en el organismo, afecta a otros problemas de salud como pueden ser:

– salud reproductiva: infertilidad, malformaciones congénitas
– tumores y otras enfermedades en órganos hormono-dependientes: los ya mencionados cánceres de mama, pero también de próstata, testículo, tiroides
– enfermedades metabólicas: diabetes, obesidad
– enfermedades inmunológicas
– alteraciones en el desarrollo del sistema neurológico… etc.

Como veis, poca broma con el tema. Muchas enfermedades que padecemos actualmente son evitables, y los medios para evitarlas están en nuestras manos, así que debemos actuar ANTES de que, desgraciadamente, las suframos y en el mejor de los casos, nos veamos obligadas a pasar por un auténtico calvario. En el peor, es la muerte y ahí ya no hay remedio posible.
Y si alguien dice que la absorción es mínima, tened en cuenta que lo que estamos midiendo es su bio-acumulación, la acumulación en el organismo de muchos de estos compuestos procedentes de diversos ámbitos. Además no tienen un patrón lineal en las curvas de exposición, sin mencionar los efectos de las mezclas (una sustancia en si misma puede no resultar peligrosa, pero mezclada con otras sí)

La SESPAS, en su carta, enumera una serie de propuestas:

– Formación de profesionales sanitarios y del ámbito educativo, en particular de aquellos en contacto con mujeres embarazadas y niños.
– Información ciudadana sobre medidas para reducir la exposición a EDC.
– Eliminación del uso de EDC en contratas y compras públicas (Ej. mantenimiento de edificios y carreteras, jardinería, guarderías, colegios, etc.).
– Prohibición de la exposición laboral a EDC de trabajadoras embarazadas y lactantes.
– Campaña de prevención de la exposición laboral a EDC.
– Prohibición de EDC en materiales y productos en contacto con alimentos y en artículos y productos de uso infantil.
– Apoyar la investigación sobre exposición a EDC en España y cómo prevenirla.

En el ámbito laboral, resulta muy difícil demostrar un càncer u otra enfermedad en relación con el trabajo, y no sólo cáncer, también diabetes y obesidad están entre sus riesgos, como demuestra este estudio de los doctores Miquel Porta, de Barcelona y Duck-Hee Lee , de Corea del Sur

Recordar que en este ámbito laboral, podemos utilizar los comités de salud laboral y acudir a los delegados de prevención para informarles de cualquier situación que afecte a nuestra salud en el trabajo. Fïsica o psíquica.

Aquí os dejo algunos enlaces

El excelente y completo informe del ISTAS de CCOO, con una tabla en dónde se enumeran algunos EDC, su uso, su acción y sus efectos sobre la salud, un estudio de casos a partir de la página 39 o las propuestas, en la página 55.

Completado con la lista REACH: Registro, Evaluación, Autorización y restricción de sustancias y mezclas Químicas

Votación del Parlamente Europeo para reducir la exposición de las personas a los EDC

El Informe de la OMS, a través del diario El País, en el que se hace eco de su peligrosidad como amenaza global

Y para profundizar un poco más: la entrevista que Salvador López Arnal, le hace a Eduard Rodríguez Farré

Y algunas herramientas
La Good Guide, en inglés, para consultar productos y componentes. Es posible que algunos no estén porque solo se comercializan en España

Y la Guia Greenpeace para comprar sin tóxicos, en la que podéis encontrar la respuesta de diversas compañías a las peticiones de información de Greenpeace. No destacan precisamente por la transparencia

Por favor, tened cuidado y recordad que siempre podemos hacer algo: individual y colectivamente. El primer paso es disponer de la información y relacionarla con lo que nos pasa o nos pueda pasar.

Y para leer con más placer, Clara Shumann con el «piano trio in G minor, Op. 17 – third movement, Andante».

Olga Fernández Quiroga