Estaba viendo hace unos días el reportaje del programa “informe semanal” de TVE , polio contra el olvido, que os aconsejo visionar y re-visionar y quisiera comentar uno de los aspectos que aborda, aunque todos ellos resultan emocionantes. Os explico.
El síndrome post-poliomielítico o síndrome post-polio (PPS) es el término comúnmente aceptado para describir los síntomas neuromusculares que pueden aparecer muchos años después de una poliomielitis paralítica aguda. Es la definición que encabeza el blog de Ana Liébanas, una de las luchadoras y afectadas, que aparece en el programa, y que explica en este post de su blog lo que yo quería resaltar, o sea cómo pasó la cosa en España.
La vacuna contra la polio fue desarrollada, en su versión inyectable, por el Dr. Salk. Aquí tenéis la historia. Posteriormente fue mejorada por el Dr. Sabin, en su presentación oral, en vez de inyectable, en el año 1961. El Dr. Sack renunció a sus derechos de patente. Lo mismito que se hace ahora con las patentes.
La vacuna llega a España en el año 1955, pero las autoridades franquista no vacunan a la población infantil porque la vacuna era “muy cara” y además niegan la epidemia de polio existente.
Casi 60 años. ¿Os suenan algo estos argumentos, ahora, hoy en día.?. Motivos económicos, negación de la evidencia. En boca de nuestros presidentes: Mas, Rajoy…de nuestros consellers/ministros sanitarios: Ruiz, Mato…
Al final se tuvo que vacunar, pero demasiado tarde para los miles de personas que hoy tienen que seguir exigiendo que se les reconozca su dolencia. Y se encuentran, además, con el mismo argumento económico.
En el post del link, se explica perfectamente cómo el motivo económico fue una simple excusa. Se explica cómo había dinero para suscribir acciones de Telefónica o confeccionar “listas electorales”, pero no lo había para la vacuna.
Como lo es hoy. Como lo es ahora. Y exactamente igual que en aquél entonces, hoy vuelve a ser MENTIRA. Pero el sufrimiento de estas personas es real, diario, cotidiano. Como el que ahora mismo están padeciendo miles de personas por el desmantelamiento de la sanidad pública. Como el que previsiblemente sufriremos dentro de 20, 30, 40 años…por algo que ahora es evitable. Aunque todos los Mato/Ruiz, todos los Mas/Rajoy que ahora mismo deciden únicamente por fanatismo ideológico, nieguen ante la ciudadanía que los ha elegido, que sus decisiones provocan y van a provocar éste o parecidos sufrimientos.
Quiero poner en paralelo otra noticia. Esta es sobre la talidomina.
¿Recordáis?. Hace unos 50-60 años, se administraba a las mujeres un medicamento llamado talidomida para combatir los efectos de la náusea durante el embarazo. Durante unos 15 años. Los bebés nacieron con gravísimas malformaciones, pero la farmacéutica alemana Gruenenthal, ha pedido perdón ahora, 50 años después de haber mantenido silencio. Eso sí, financiando la escultura de bronce erigida en memoria de las víctimas que cuesta 5.000 €. Y, claro, sin admitir ninguna irregularidad. Ni compensaciones suficientes.
Y sin recordar que en aquella época, Gruenenthal, perdió el juicio por los efectos adversos causados por el fármaco.
Pensemos que no en todo el mundo se comercializó el fármaco de igual manera. Lo hizo en Alemania, sin haber realizaod estudios de teratogenicidad, es decir la capacidad del medicamento para causar daños y, más estrictamente malformaciones.
En Estados Unidos, sin embargo el medicamento no llegó a comercializarse, gracias a que la FDA (Food and Drug Administration), consideró que los datos acerca de la seguridad del fármaco eran insuficientes. Aún así hubo algunos casos, consecuencia de ensayos clínicos.
En España, llegó más tarde, aunque se siguió comercializando dos años más después de haber sido retirado. Y las autoridades negaban que aquí hubiera casos.
Afortunadamente tambien hay una asociación de afectados , que destapa toda la operación de la farmacéutica. Cuentan que ante la amenaza de una demanda, la compañía les ofreció a cada afectado la astronómica cifra de… 600€ por afectado. !Generosos!.
A veces me pregunto si cada uno de estos nuestros dirigentes desmanteladores y arrogantes con su ciudadanía, actuarían de la misma manera si ellos o su familia directa estuviera en alguna de estas situaciones. La de los afectados, quiero decir.
Mi admiración por todas las personas que superan día a día, no solo las secuelas de su enfermedad sino las secuelas sociales, aún más lacerantes. Y mi agradecimiento por su ejemplo.
Olga Fernández Quiroga