Publicamos esta opinión en e-Criterium y nos parece lo suficientemente interesante como para dedicarle este post.
Se trata de un estudio del The New England Journal of Medicine , del 28 de enero de 2010 que también podéis encontrar traducido en Dempeus, y en el que se demuestran dos cosas básicas:
(1) que la introducción del repago en las visitas de atención primaria, entre los pacientes mayores de 65 años, puede tener efectos adversos para la salud
(2) que incrementa el gasto total en asistencia sanitaria.
La primera conclusión ya la habíamos oído, pero la segunda casi resulta un oxímoron: un repago dilapidador.¿Qué sucede?. Pues que las visitas en atención primaria disminuyen, especialmente en zonas con gente más pobre, pero los ingresos en el hospital suben, lo cuál traducido en términos estrictamente económicos (y esto en salud no existe) viene a suponer que el gasto hospitalario sube más del doble que el ahorro por el repago.
Supongo que sirve de poco relacionar una por una todas las consecuencias previsiblemente negativas que puede provocar la introducción de cualquier medida, de manera fragmentaria, en un sistema, porque no se trata de medidas técnicas, económicas o de ahorro, como se presentan, sino que forman parte de una idea general que no se explica claramente, pero aún si creyéramos que se trata de una medida técnica, los ciudadanos deberíamos exigir a nuestras instituciones que piensen y tengan en cuenta que la realidad en la que quieren influir, en este caso el sistema de salud, actúa como una matriz con muchísimos parámetros, algunos evidentes y otros no tanto, pero que están ahí y tarde o temprano van a dejar de ser latentes y saldrán.
¿Podrían esas autoridades utilizar los medios a su disposición para presentarnos las posibles consecuencias que han previsto que pueda causar su decisión?. Por su credibilidad, que también es la nuestra, por la transparencia y sobre todo, por nuestra salud.
Y para compensar el haber hablado en “estrictos términos económicos”, finalizo con la respuesta enviada e-Criterium por Carme, como profesional:
“… el resultado del artículo basado en estudios en USA me parece lógico. Yo también he pensado algunas veces que el efecto “disuasorio” del copago puede afectar al grado de enfermedad, de forma que cuando el paciente va al servicio médico necesite una atención mucho más grande, incluyendo el gasto económico. Seguramente los gestores del ambulatorio han presentado una mejora de las cifras a sus gerentes. Si como es muy posible, estos gerentes, no tienen ninguna relación con los del hospital o servicio que ha atendido las complicaciones del paciente, serán felicitados por los jefes. El enfermo, sin embargo estará mucho más débil y por tanto con más riesgo de no poder tirar adelante. En este contexto no solo el gasto en economía sanitaria, sino social, puede ser alto…”
Otro parámetro de la matriz.
Olga Fernández Quiroga