POBRES Y RICOS, DERECHOS vs CARIDAD

Hubo un tiempo, pongamos a principio del siglo pasado, en que la sanidad era considerada un bien privado. Había médicos que se esforzaban en asimilar los conocimientos empíricos de la época, en el ejercicio libre de la profesión. Y había también un tipo de asistencia que hoy diríamos de beneficencia, de caridad, para los sectores sociales más desfavorecidos.

El concepto de seguridad social, implica un encuadre o ideología muy diferente: cobertura universal, una amplia cartera de servicios y el derecho de acceso para todos los ciudadanos. Este derecho de acceso universal, para todos, pobres y ricos, es contradictorio con la caridad ejercida hacía los más pobres, unos pocos. Hablo del concepto de ciudadanía.

Son dos modelos, dos concepciones de la sociedad, dos ideologías diferentes.

La que teníamos hasta ahora para definir nuestro modelo de salud era la de la prestación universal, como un derecho de ciudadanía. Es una idea arraigada en la población, que utilizan tanto ricos como pobres y que aún nadie se atreve a contradecir directamente, planteando abiertamente un modelo caritativo tipo norteamericano y  menos ahora  cuando ellos intentan poner las bases para ir hacía un modelo parecido al nuestro

Bajo el nombre de “retallades”  , “adecuación a la crisis” u otros términos retóricos, se están realizando acciones para desmantelar este sistema universal y de derecho y dado que no se atreven a decir claramente que desean ese sistema de beneficencia, se buscan rgumentos y conceptos esgrimidos no sólo por la derecha ultraliberal, que ya le corresponde, sino por una izquierda neo-progre, que destaca precisamente por haber dejado de utilizar esos servicios públicos que pretende “salvar”.

Algunos ejemplos.

¿Por qué tienen que tener sanidad gratis los hijos del Sr. X (ponga el nombre del Sr. Botín o similar) si se los pueden pagar?

Descarguemos el sistema público, enviando a los ricos a mutuas y sanidad privada (que por cierto casi no queda, porque es concertada).

Ahora, de paso, despidiendo médicos

¿Por qué voy a  pagar impuestos de servicios que no uso?

Ya que las desigualdades sociales están creciendo a ritmo exagerado, ¿por qué no hacemos políticas públicas para favorecer a los más pobres (o personas con pocos recursos económicos) y nos dejamos de tanto universalismo?

El argumentario va más o menos en esta dirección. Argumentos con mucha lógica y de sentido común.

Primera cuestión tramposa: dado que las desigualdades no surgen por generación espontánea, algo estamos haciendo mal, pero que muy mal, para que crezcan, en vez de decrecer. O para que sean los propios ricos quienes pidan ¡que les aumenten los impuestos!

Lecciones en Desigualdades Sociales en Salud de Javier Segura del Pozo

Analicemos los argumentos  Hay que dedicar  los impuestos para darles salud a los pobres, que los ricos ya se lo pagarán ellos ¿sí?. Sin lujos, claro. Para qué gastar en tres médicos si con dos tienen bastante. Para qué caros aparatos tecnológicos si con un poco de cariño tienen de sobra. Para qué van a probar el caviar si los pobres no saben apreciarlo.

Adivinad por dónde irían las cosas, perdón, cambio el condicional: por dónde irán las cosas. En cuanto la sanidad pública sea cuestión de unos pocos, y esos pocos sean los pobres, dejará de tener influencia pública, puede que tenga influencia religiosa caritativa, pero será un asunto marginal. Y el resto de la ciudadanía, la clase media-media, media-bajita y media-alta, a competir en el mercado: cuando puedas pagar, pagas y cuando no, te mueres o te pasas a la caritativa, a ver qué hay.

Y los que puedan pagar mucho y bien, que recuerden siempre que estarán tratando con una empresa en dónde es muy probable que primen los beneficios, entiéndase operaciones, tecnología de escaparate, lujo vacío…

La izquierda, por su parte, se esfuerza en decir que los pobres (las clases desfavorecidas), serán las que más sufran los recortes.

También argumento cierto, aunque incompleto. Lo vamos a sufrir todos, toditos todos.

Yo quiero vivir en una sociedad con un sistema de salud público y universal, en dónde la definición de salud sea la elaborada en el X  Congrès de Metges i Biòlegs de Llengua Catalana, celebrado en Perpignan en septiembre de 1976.

LA SALUD ES AQUELLA MANERA DE VIVIR QUE ES AUTÓNOMA, SOLIDARIA Y GOZOSA

Las personas que elaboraron esta definición, lo hicieron argumentando una por una todas las palabras utilizadas.

En este momento en que ya no se andan con sutilezas, como dice Baos en su blog , sino que están en fase de desmantelar de manera brutal, violenta y zafia tanto el Sistema de Salud como otros servicios públicos básicos, quiero reivindicar esta definición, su vigencia, su valencia ética, su solidez intelectual y para ello iré definiendo  en sucesivos posts, palabra a palabra lo que aquellos sabios pensaron para nuestro Sistema de Salud hace 36 años y que aún estando en vías de construcción (frágil), está a punto de ser derruido.

Quiero una sanidad (o educación) universal, con igualdad de oportunidades para todos, para las clases ricas y las clases pobres. Una cuestión de justicia social, de servicio público y de servicio publico de calidad. Y a partir de ahí decidimos cómo tenemos que contribuir. Luego, si las clases ricas no quieren utilizarla, es su decisión.

Otra cosa: la equidad, lo equitativo, ya se le supone.

Y me parece adecuado finalizar con este post en el blog de Julio Bonis, con Serrat y  una Junta de Mr. Botín  y con este divertido montaje de vídeo en forma de hip-hop y subtitulado en español de la pelea HAYEK vs KEYNES

 

Un abrazo a pobres, ricos e intermedios.

Olga

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